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Las 16 cosas que debes hacer para prevenir la muerte súbita del bebé

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Muerte súbita del lactante

El Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL), también conocido como Muerte en la Cuna, es una de las incógnitas de la medicina que aún no ha sido del todo resuelta por una razón muy simple: no se tiene evidencia clara de cuál es la causa que la provoca.

Sin embargo, que no se sepa por qué hay bebés que mueren mientras duermen no quiere decir que no pueda hacerse nada para prevenirlo, porque a lo largo de los años, en cada una de las muertes, se han tomado todos los datos posibles sobre las costumbres de cada familia y gracias a eso, a día de hoy, conocemos muchos de los factores que ayudan a que suceda: las 16 cosas que debes hacer para prevenir la muerte súbita del bebé.

¿Cuál es el riesgo de muerte súbita de un bebé?

En realidad el riesgo es muy bajo si se tienen en cuenta las medidas adecuadas, cosa que no siempre sucede. En la actualidad se calcula que el SMSL afecta a 1 de cada 2.000 bebés, y sucede sobre todo entre la cuarta y la decimosexta semana (entre que el bebé cumple 1 mes y cumple los 4 meses).

Son bebés que han sido bien cuidados en sus casas, sin signos de enfermedad, cuyas autopsias no revelan la causa de la muerte (si son bebés con enfermedad que fallecen por ella, ya no hablamos de SMSL).

Es más frecuente en los meses que hace más frío, en bebés varones y en aquellos que pesaron poco al nacer, y se ha visto que los que tienen más riesgo son los bebés prematuros, los bebés de familias con antecedentes de muerte súbita, los hijos de madres fumadoras y los que son puestos a dormir boca abajo.

¿SMSL o asfixia?

No todos los bebés que mueren por la noche lo hacen por el SMSL. Algunos fallecen por asfixia, por quedar envueltos entre mantas, bajo un cojín o de alguna manera que no son capaces de respirar correctamente. La diferencia de la causa es obvia: uno muere porque no puede respirar y el otro por no se sabe bien por qué, aunque el resultado es el mismo y por eso las recomendaciones van dirigidas siempre a evitar ambos tipos de muerte.

¿De verdad no se sabe cuál puede ser la causa?

A ciencia cierta, no. Aunque ya hay algunos avances: en 2014 se encontró en una investigación con bebés fallecidos por muerte súbita que el 40% tenía una anomalía en su cerebro. Esta anomalía afectaba a su hipocampo, un área del cerebro que influye en funciones tales como la respiración, la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal, a través de sus conexiones neurológicas con el tronco cerebral. La teoría dice que en situaciones en que el bebé pudiera tener alguna dificultad para respirar, el mecanismo que le ayudaría a hacerlo no funciona adecuadamente, llevándole a la muerte.

Esto, claro, podría explicar algunos de los casos, pero no todos. Así que luego están las hipótesis que aún están por demostrar, como problemas del corazón (algún tipo de malformación difícil de detectar) o algún gen mutado que participaría en el control de la frecuencia cardíaca y la respiración.

Las 16 cosas que debes hacer para prevenir la muerte súbita del bebé

Como no sabemos la causa, pero sí las situaciones que pueden dificultar la respiración a los bebés en las que se pone a prueba su "alarma", la que debe hacer que puedan seguir respirando, os contamos qué hay que hacer para evitar esas situaciones:

1. Llevar un control adecuado del embarazo

Se ha visto que en aquellos embarazos en que hay un menor control el riesgo de SMSL es mayor. El riesgo disminuye cuando el bebé no nace prematuro ni con bajo peso, y un buen control en el embarazo podría ayudar a evitarlo en algunos casos.

2. No fumar, beber alcohol ni consumir drogas durante el embarazo

Se ha visto que existe relación entre el consumo de estas sustancias durante el embarazo y el riesgo de muerte súbita del bebé que nace. Además, si una mujer fuma, bebe alcohol y consume drogas ya en el embarazo, el riesgo de que lo siga haciendo una vez el bebé nace es más que evidente, y aún multiplica más las probabilidades de SMSL.

3. Al nacer, tener al bebé piel con piel, pero con un adulto vigilando al bebé y a la madre

Muerte súbita del lactante

El método piel con piel, que en realidad no es más que poner al bebé, cuando nace, allí donde debe estar, en el pecho de su madre, es el mejor modo de evitar estrés en el bebé, de mantener un vínculo que no se rompe con la separación, de mantener la temperatura del bebé y de lograr una lactancia exitosa.

Sin embargo, desde que este método se lleva a cabo se han descrito algunos (pocos) casos de muerte del bebé en las primeras horas, estando en el pecho de su madre. Suele suceder cuando la madre está cansada del parto y se duerme, no pudiendo estar atenta a las señales de su bebé.

Por eso se recomienda que los bebés sigan estando en el pecho de sus madres al nacer, pero con un adulto que esté con ellos y no les deje solos.

4. Amamantar al bebé

Dar el pecho al bebé le protege de la muerte súbita. Se calcula que el riesgo disminuye entre un 50 y un 70%, aunque los motivos no están muy claros: puede ser la leche, puede ser que los bebés que toman pecho suelen comer menos y más a menudo, teniendo un patrón de sueño algo más superficial, puede ser que la madre está más cerca, puede ser "el envase", pues los bebés de pecho aprenden mejor a coordinar el proceso de succión, respiración y deglución (desarrollando mejor sus estructuras de deglución y respiración), y puede ser todo a la vez.

5. Poner al bebé a dormir boca arriba

Según los estudios actuales poner al bebé a dormir de lado es cinco o más veces más seguro que ponerlo a dormir boca abajo, y por eso en muchos hospitales lo recomiendan así. Sin embargo, dormir boca arriba es el doble de seguro que dormir de lado (y en consecuencia, diez veces más seguro que dormir boca abajo).

La cabeza debe quedar mirando hacia un lado para evitar peligros en caso de regurgitación y debe alternarse la posición para que no se produzcan deformidades (plagiocefalia).

Esto recomienda hacerse tanto por la noche como durante la siesta, ya que en ocasiones se recomienda que duerman boca abajo de día para alternar la posición en que la cabeza se apoya sobre el colchón. Sin embargo, es mejor no arriesgarse y evitar dicha presión en otros momentos del día: no abusar de la hamaca, del cochecito, ni de todas las superficies en las que se apoya por el día cuando está despierto.

Muchos padres ponen a sus hijos a dormir boca abajo porque así duermen mejor. Esto suele suceder en los casos en que al dormir boca arriba se asustan fácilmente con algún movimiento involuntario propio y se despiertan a menudo. En estos casos se aconseja envolver al bebé con un chal o mantita liviana, pero solo las extremidades superiores, como si fuera un gusanito en su capullo. Si esto le diera demasiado calor, entonces es mejor no hacerlo.

6. Que el colchón sea firme

Muerte súbita del lactante

Los colchones blandos posibilitan que el bebé quede más "envuelto" y haya más riesgo de sofocación. La sabanita bajera debe quedar tirante, sin arrugas.

7. No dejar que duerma demasiado tiempo en la sillita del coche

En los bebés pequeños que duermen en el coche, la cabeza tiende a caer hacia adelante, tocando el mentón con el tórax, y no tienen fuerza suficiente para respirar adecuadamente. En esta situación hay riesgo de que suceda lo que conocemos como asfixia postural.

8. No dar cereales antes de la siesta ni antes de dormir

Cuando los bebés comen cereales el alimento es más espeso y, si se lo comen bien, en muchos casos produce en los niños un sueño más profundo del que es normal para un bebé promedio. No sucede siempre, y hay bebés que incluso duermen peor por ser una digestión más pesada, pero si el bebé es de esos a los que los cereales les hace dormir de manera más profunda, el riesgo de SMSL aumenta, precisamente por eso, porque un bebé tiene que tener un sueño más ligero que no ponga en riesgo su salud (cuanto más profundo duerme una persona, mayor el riesgo de problemas respiratorios porque más difícil es recobrar la respiración en caso de problemas... por eso las personas mayores duermen de manera natural menos horas y tienen un sueño menos profundo que cuando eran jóvenes).

9. No utilizar los métodos "antivuelco"

Un bebé que duerme boca arriba no puede ponerse boca abajo por sí solo, así que los métodos antivuelco son innecesarios. Además, se han relacionado con 12 casos de muerte infantil y la FDA emitió un comunicado avisando de ello en 2010.

10. No utilizar protectores, peluches, cojines ni mantas en la cuna

De igual modo, la cuna debe ser lo más espartana posible. Los protectores aumentan el peligro de asfixia del bebé y de atrapamiento. Los peluches son peligrosos por el riesgo de asfixia y los cojines y mantas tienen el mismo problema: son blandos, se pueden mover de sitio y pueden acabar encima de la cabeza del bebé.

Lo ideal es que el bebé duerma solo con el pijama, sin taparse, teniendo una temperatura de la habitación agradable. Si esto no es posible, si solo con el pijama podría tener demasiado frío, se puede usar un saco de dormir que le tape el cuerpo pero nunca la cabeza (y en que el bebé no pueda deslizarse hacia abajo, hacia adentro) o ropa de cama puesta muy abajo, de modo que el bebé duerma a los pies de la cuna, con la cantidad de ropa de cama suficiente para taparle solo el cuerpo (a medida que crece el bebé, ponemos la sábana, manta o edredón más arriba, hacia el cabezal, adaptándonos al tamaño de su cuerpo).

11. Evitar que el bebé pase demasiado calor

Muerte súbita del lactante

Es más habitual que pasen calor que frío, porque el miedo a que pasen frío nos lleva a abrigarles, a veces demasiado. Si les tapamos demasiado pueden llegar a respirar de manera más profunda, agotarse en el esfuerzo y sufrir un golpe de calor.

12. No dormir con el bebé en el sofá

Dormir con el bebé en el sofá aumenta exponencialmente el riesgo de muerte súbita del bebé, tanto como que lo aumenta en cerca de 18 veces (podríamos decir que si en condiciones normales el riesgo de SMSL es de 1 por cada 2000 niños, dormir con el bebé en el sofá hace que el riesgo sea de 1 por cada 111 niños).

13. Darle un chupete para que duerma con él

En el caso de los niños amamantados es menos relevante, porque suelen ir cogiendo el pecho por la noche, pero en los que toman biberón sí. El chupete se ha visto protector del SMSL porque el bebé parece no dormir tan profundamente con él, al ir haciendo succión cada cierto tiempo. Falta saber con certeza en qué casos protege mejor y en qué casos no, porque hay estudios que relacionan este beneficio solo al colecho (si duerme con los padres y tiene chupete).

Cuando el bebé sea amamantado debe evitarse darle chupete en el primer mes de vida, pues podría ocasionar confusión en la manera de succionar y en consecuencia problemas con la lactancia.

14. No fumar cerca del bebé, ni dormir con él si se fuma

El tabaco, cuando una persona fumadora duerme con el bebé, aumenta hasta en 9 veces el riesgo de muerte súbita, que también es muchísimo. Esto sucede hasta los 3 meses de vida, ya que a partir de entonces el riesgo es mucho menor. Fumar cerca de él, o en lugares donde luego estará el bebé (fumar cuando no está en el comedor, por ejemplo), también aumenta el riesgo de SMSL, además del riesgo de infecciones respiratorias.

15. Dormir con el bebé en la misma habitación

Muerte súbita del lactante

Poner a dormir al bebé fuera de la habitación de los padres aumenta el riesgo de muerte súbita hasta los tres meses de vida y por eso se recomienda no hacerlo. El bebé debería dormir en la habitación de los padres, ya sea en una cuna o moisés, ya sea en una cuna colecho, porque beneficia al patrón respiratorio y cardíaco del bebé.

A partir de los 3 meses se recomienda incluso compartir el lecho de los padres (puede seguir en la cuna colecho), porque el riesgo de muerte súbita de los bebés de más de 3 meses que están junto a sus padres es 10 veces menor que los que duermen separados.

Ahora bien, debe hacerse de manera segura, siguiendo todas las recomendaciones anteriores (nada de tabaco, alcohol, drogas... evitarlo si los padres están muy cansados o si tienen sobrepeso, que la cama tenga las condiciones idóneas para que el sueño sea seguro, etc. -podéis leer más sobre el colecho seguro aquí-).

16. Evitar los productos e inventos que prometen reducir el riesgo de muerte súbita

Venden colchones, cojines, posicionadores y artefactos varios (como monitores de respiración) para prevenir el riesgo de muerte súbita cuya eficacia no está probada y que pueden ofrecer a los padres una falsa sensación de seguridad, algo así como "ahora que le he comprado esto, el riesgo es mínimo". Ante el riesgo de obviar el resto de medidas, lo recomendable es no hacer experimentos con dichos productos y seguir los consejos previos.

Fotos | iStock
En Bebés y más | ¿Qué es el síndrome de muerte súbita del lactante?, En los países donde los bebés siempre han dormido con sus padres apenas saben qué es la muerte súbita, Cómo reducir el riesgo de muerte súbita del lactante


¿Cuántas horas de sueño necesitan los niños según su edad?

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Cuánto tiempo debe dormir un niño es una de las mayores preocupaciones de los padres, teniendo en cuenta la importancia que tiene el sueño para un desarrollo saludable. Un buen descanso es tan importante en la infancia como llevar una dieta sana o la práctica de ejercicio.

La Academia Americana del Sueño, basada en recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría, acaba de publicar una guía en la revista científica Journal of Clinical Sleep Medicine en la que ha estipulado cuántas horas de sueño necesitan los niños según su edad, desde que nacen hasta que se convierten en adolescentes.

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Las recomendaciones comienzan a partir de los cuatro meses, puesto que antes es prácticamente imposible establecer criterios en cuanto a tiempo de sueño. Un bebé recién nacido puede llegar dormir 20 horas a la semana de vida y entre 15 y 18 a las seis semanas.

Si bien cada niño es un mundo y los patrones de sueño varían de un niño a otro, las horas de sueño al día que recomienda la Asociación Americana del Sueño, incluyendo las siestas son:

  • Niños de 4 a 12 meses: 12-16 horas
  • Niños de 1 a 2 años: 11-14 horas
  • 3 a 5 años: 10-13 horas
  • 6 a 12 años: 9-12 horas
  • 13 a 18 años: 8-10 horas

Los beneficios de un buen descanso

Dormir las horas necesarias tiene beneficios a todos los niveles, desde físicos hasta cognitivos y emocionales. Un buen sueño mejora la atención, el comportamiento, el aprendizaje, la memoria, la regulación emocional, la calidad de vida y la salud mental y física.

En cambio, un sueño insuficiente se asocia, entre otras cosas, con un bajo rendimiento escolar, un aumento de las lesiones, la hipertensión, la obesidad y la depresión.

Algunos consejos a la hora de dormir

Tener ciertos hábitos para ir a dormir favorece el descanso nocturno de los más pequeños. Por ejemplo, establecer la misma rutina a horarios regulares todos los días es clave para conseguir un sueño reparador en el bebé.

Tras la cena, un baño ayudará a relajar al bebé, seguido de unos suaves masajes, por ejemplo. El ambiente también contribuye a relajar al bebé. Una luz tenue y música relajante, ya sea que duerman en su cuna o se practique el colecho predispone a un buen descanso.

Cuando son mayores, no debemos olvidar que las rutinas siguen siendo importantes. Además, a la hora de dormir, siempre son mejores los libros que las pantallas. Los dispositivos electrónicos pueden alterar el sueño de los más pequeños.

Vía | CBC
Más información | AAP
En Magnet | Este es el tiempo que vas a necesitar dormir según la edad que tengas
En Bebés y más | Lo que aprendí en un "taller del sueño" para bebés y niños, Las rutinas que te recomiendan para que los niños se duerman y lo que acaba pasando cuando las pones en práctica

¿Sabías que los papás recientes duermen menos que las madres?

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Corre un chiste por internet que dice algo así como "yo no quiero dormir como un bebé; ¡yo quiero dormir como mi marido!", y es que en esto de la maternidad y la paternidad está claro que los que mejor duermen, de media, somos los hombres, que somos los que menos atendemos a los hijos por las noches (bueno, [hay de todo](Cuando te enteras de que otros padres no se levantan por la noche para cuidar de sus hijos porque “ellos trabajan y mamá no”)... hay parejas en que el hombre se levanta más).

Y si la madre amamanta, que es lo normal, ni te cuento... porque por las noches cuando se despiertan quieren teta y poco más. Sí que pasa a veces que no pueden dormirse ni con la teta y acaban cayendo en nuestros hombros, pero ya digo, habitualmente dormimos más y mejor que ellas.

Excepto al principio. Cuando una pareja ha tenido un bebé hace poco, su primer bebé, son los padres los que duermen menos que las madres.

En muchos casos los padres no llegan a las 6 horas de sueño

Ya. Sé que estaréis pensando que para nada, incluso estaréis enfadadas pensando que menudas tonterías dice la gente. Sin embargo, si seguís leyendo, veréis que tiene cierto sentido. Según leemos en Fatherly, esta afirmación procede del recientemente publicado libro "The Informed Parent: A Science-Based Resource for Your Child's First Four Years", de Tara Haelle y Emily Willingham, un libro en el que hablan de los primeros cuatro años de edad basando los argumentos y premisas en la ciencia, en lo que dicen los estudios.

Pues bien, al parecer corre la creencia, bastante aceptada, de que es la madre la que siempre, siempre, duerme menos que su pareja. Sin embargo, cuando a la hora de hacer estudios se incluyeron a los padres se observó algo muy curioso: contando las 24 horas del día ellos acababan durmiendo menos.

El primer estudio del que hablan en el libro se realizó en 2004 y se hizo con 72 parejas durante el primer mes tras el parto. Vieron que los papás conseguían dormir menos horas que las madres. Otro estudio de 2013, con 21 parejas, confirmó la hipótesis. Y una encuesta con 241 padres recientes de 2012 demostró que la mayoría de padres va a trabajar con menos de 6 horas de sueño cada noche.

Pero, ¿cómo es posible que ellas duerman más?

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Seguro que os hacéis esta pregunta. La respuesta es muy simple. Mientras el padre se va a trabajar, la mamá se queda en casa con el bebé aprovechando su baja maternal. Esto quiere decir que ellas tienen más oportunidades que los padres de echarse un sueñecito en algún momento del día.

De ese modo, al valorar las encuestas y estudios vieron eso, que las madres dormían más que ellos cuando sumaban las horas de la noche con las horas del día.

Las madres duermen más, pero de manera más fragmentada

Ahora bien, aunque las horas no sean las mismas, los estudios mostraron que el sueño de las madres es más fragmentado que el de los padres, y aquí uno ya no sabe cuál de las dos cosas prefiere... porque el total de las horas de las mujeres es mayor, pero dormir despertándose de manera más frecuente puede hacer que llegue el nuevo día y te despiertes aún más cansada que cuando te acostaste.

Y sí, luego pasa el tiempo y las tornas cambian en favor de los padres (de nuevo, sobre todo si la madre amamanta), en gran parte como reminiscencia de una herencia de los cuidados que recae sobre las mujeres (aunque ellas se tengan que despertar también para ir a trabajar, atienden más a los hijos que ellos) y en parte porque es como una prolongación de lo que hacían durante la baja maternal: como ya lo hacía ella, lo sigue haciendo ella.

Y no te digo nada si es el segundo hijo, porque entonces lo de tomarse una siesta por el día para recuperar sueño queda descartado, y ahí no hay estudio que valga: excepto algunas excepciones, una vez pasan los primeros meses, las madres duermen menos que nosotros, seguro.

¿Llegará el momento en el que padres y madres asumamos la responsabilidad de cuidar de los niños de noche por igual?

Fotos | iStock
En Bebés y más | Tener un hijo sería algo maravilloso y perfecto si durmieran toda la noche, Mis hijos ya no duermen conmigo: conclusiones tras 9 años de colecho, Si entendemos que los bebés nos necesitan de día, ¿por qué no entendemos que nos necesitan de noche?

¿Qué tiene esta muñeca que todos los padres la quieren para dormir a sus bebés?

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El sueño del bebé es una de las cuestiones que más preocupan a los padres recientes. No es para menos, cuando se calcula que en el primer año del bebé, los padres pierden más de 700 horas de sueño. La desesperación de muchos de ellos ha hecho que surgieran todo tipo de productos destinados a ayudar a dormir a los más pequeños. Desde móviles con sonido hasta métodos, libros y juguetes con aparentes poderes capaces de hacer caer a los niños en los brazos de Morfeo.

Uno de las últimas novedades que está arrasando es Lulla Doll, una muñeca que todos los padres quieren para dormir a sus bebés, ¿qué tendrá para que en eBay se haya ofrecido hasta cinco veces su valor por ella?

Lulla

Se ha convertido en un "best seller" en pocos días. La muñeca, de aspecto dulce y tacto suave, fue creada por una madre de Islandia, e incluye una grabación con el sonido del latido del corazón y el de una respiración profunda, que muchos la comparan con la de "Darth Vader".

Aseguran que estos sonidos contribuyen a estabilizar los propios latidos del corazón y la respiración del bebé, ayudándole a coger el sueño con más facilidad y a dormir por más tiempo. También, gracias a su tejido, la muñeca se puede impregnar con el olor de los padres para brindarle al bebé mayor sensación de seguridad.

¿Realmente se necesita una muñeca para dormir al bebé?

No se necesita ni de un libro, ni de una muñeca, ni de cojines con falsos latidos del corazón, ni mucho menos de un método conductista que avale dejar llorar a un bebé. Lo único que un bebé necesita para dormir a gusto y durante más tiempo es estar cerca de su madre, sentir su calor, sus latidos del corazón y su respiración verdaderos. A eso, no hay nada capaz de sustituirlo.

El sueño del bebé no es un problema que haya que solucionar con muñecas o cojines. Es un proceso evolutivo que hay que comprender y acompañar, hacerlo lo más "amigable" para que toda la familia pueda descansar.

La creadora de Lulla Doll está convencida que no hay mejor lugar para el bebé que los brazos de sus padres, pero ha sido concebida para esos momentos en los que no es posible que mamá o papá estén allí para dormir al bebé.

La primera producción de 5 mil muñecas ya ha sido vendida y hay padres en lista de espera. Por una muñeca que se anunciaba en eBay se han llegado a ofrecer 350 dólares cuando el precio de lista es de 71 dólares.

Vía | PopSugar
Más información | Roro
En Bebés y más | Las ocho cosas que puedes hacer para que tu bebé duerma fatal y te conviertas en una mombie

Por mucho que aciertes en la elección de los pañales tu bebé no dormirá del tirón

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Dodot

Dodot es probablemente la marca de pañales más conocida de nuestro país. Su capacidad de innovación en lo que a absorción se refiere es muy de agradecer por parte de los padres que usan pañales desechables, y pese a que el precio no siempre está al alcance de todos los bolsillos, somos muchos los que los hemos comprado en más de una ocasión para nuestros bebés (aunque ahora la diferencia con otros pañales ya no es la misma y en muchos casos los de marca blanca funcionan igual de bien o incluso mejor).

Sin embargo, una cosa es que sus pañales te convenzan porque los pruebas y ves que te van bien, y otra muy distinta es que los padres los compremos porque creamos que gracias a los pañales nuestros hijos van a dormir toda la noche; y es que por mucho que aciertes en la elección de los pañales, lo más probable es que tu bebé no duerma del tirón.

¿Qué dice el anuncio de Dodot?

Dodot publicó el pasado 1 de septiembre en su página de Facebook un anuncio comercial en el que mostraba la diferencia entre llevar un pañal que no es de la marca y llevar un Dodot.

En el vídeo, el bebé que lleva un pañal de otra marca se despierta por la noche y la madre (o padre, aunque en el vídeo aparece ella), se convierte en cierto modo en culpable y víctima de ese despertar, porque de haberle puesto un pañal Dodot habría dormido toda la noche, como nos hacen ver en la siguiente secuencia.

El problema es que no es cierto

Puedo entender que a la hora de hacer marketing se busque ensalzar las propiedades de los productos que se intentan vender; pero cuesta entender que lleguen a exagerar de tal manera que el efecto sea el contrario.

Me explico: es posible que muchos padres compren los pañales Dodot porque piensen que así dormirán toda la noche. Sin embargo, tardarán poco en darse cuenta de que eso no sucede y es probable que se sientan tan engañados que decidan cambiar de pañales o probar con una marca más económica (porque si funciona, el gasto compensa, pero si no funciona hablamos de otra cosa).

Digamos que el anuncio sólo es cierto en los casos en que los bebés sí se despiertan por estar húmedos. Sin embargo, esto solo pasa en una minoría de bebés, porque la mayoría se despiertan por otras cosas. Además, el pañal Dodot debería ser infalible, y a muchos papás no les acaban de ir bien (como sucede con muchas otras marcas en determinados bebés) porque suceden escapes y fugas que también pueden despertar al bebé.

Los bebés se despiertan naturalmente por la noche

Los bebés que se despiertan por la noche, que son la mayoría, lo hacen comer, para asegurarse de que no están solos, para seguir enviando al cuerpo de su madre el mensaje de que aún son pequeños y no deberían tener otro (el amamantamiento frecuente suele retrasar la menstruación evitando un nuevo embarazo y permitiendo a la madre dedicar más tiempo al bebé) y para evitar caer en un sueño muy profundo que les pondría en riesgo de padecer el síndrome de la muerte súbita del bebé.

Con tantas razones para despertar, parece poco probable que un pañal consiga que un bebé duerma tan bien como nos quieren hacer creer, y menos si consideramos los siguientes datos:

La AEPED en su guía de lactancia materna para profesionales especifica:

  • Que a los 6 meses son capaces de dormir 6 horas seguidas (seis horas, no toda la noche) sólo el 16% de los bebés.
  • Que los despertares nocturnos son un fenómeno frecuente, al menos hasta el final del primer año de vida.
  • Que a los 4 meses (podría ser la edad del bebé del anuncio) el 48% de los bebés se despierta una vez para hacer una toma entre las 22:00 y las 05:59h; el 37% hace 2 tomas; el 11% hace 3 tomas; el 3% hace 4 tomas; y el 1% hace 5.

Un estudio observacional (filmación de los bebés durmiendo), que curiosamente aparece en el libro del sueño del Dr. Estivill, muestra que el 44% de los bebés duerme de 00:00 a 05:00h a los 2 meses y el 78% lo hace a los 9 meses. Este estudio es utilizado para convencer en dicho libro de que los porcentajes son "para toda la noche", cuando en realidad solo hablan de 5 horas seguidas.

PS: Por cierto, por si Dodot tiene interés en saber qué se espera de un pañal, los padres nos conformamos con que no huelan mal, con que tengan un buen nivel de absorción y que no tengan fugas (ah, y que el precio sea competitivo).

En Bebés y más | ¿Qué hago? Dormía bien y ahora se despierta varias veces, Es mejor no levantarse inmediatamente cuando el niño llore de noche, sugiere una investigadora, La mayoría de los niños menores de 3 años se despierta una o más veces durante la noche

11 consejos para que el bebé tenga dulces sueños (y nosotros)

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Dulces sueños bebé

La familia crece y por fin tenemos con nosotros en casa al bebé. Vaya por delante que vamos a estar cansados. Al agotamiento del parto se suma la adaptación al nuevo miembro de la familia, que parece no entender de horarios. Ni para comer, ni para dormir, ni para llorar, ni para el cambio de pañal... Cada bebé es un mundo y no tenemos métodos mágicos para que se duerma, pero sí podemos probar 11 "trucos" que le ayudarán a tener dulces sueños.

Puede que el bebé no necesite muchas horas de sueño (al menos nocturnas, ni seguidas) pero lo que sí necesita en todo momento es sentirse protegido, sentirnos cerca, sentir que no está solo y que mamá y papá están ahí para acompañarlo, de día y de noche. Teniendo en cuenta esta premisa, hay algunos consejos que podrían contribuir a que el bebé esté tranquilo y descanse. Y con él, nosotros.

Y aunque estaréis deseando conocer estos "trucos", otra cuestión a tener en cuenta antes de velos es que un bebé no duerme toda la noche. Necesita despertarse varias veces a lo largo de la noche, es saludable y necesario para la lactancia, ya que necesita alimentarse sin dejar mucho margen de tiempo entre toma y toma.

Consejos para que el bebé duerma bien

  • Duerme en la misma habitación que tu bebé. Esto te permitirá estar atento a las señales de que tiene hambre (anteriores al llanto, cuando ya es demasiado tarde) y, casi sin esfuerzo, ponerlo al pecho, prácticamente mientras seguimos durmiendo. También si hay que cambiarle el pañal lo tendremos más cerca: déjalo todo a mano preparado antes de ir a la cama. Este consejo también sirve para prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante.

  • Atiende siempre al llanto del bebé. Hay muchas razones para ello: calmarle, mitigar su miedo, hambre, dolor, darle confianza… y de este modo puede que el niño se calme y se duerma. Aunque no de manera inmediata, no hay que dejarlo entrar en una espiral de llanto en ningún caso, lo cual aumentaría nuestro nerviosismo y el desvelo está asegurado.

  • Dale pecho, como recomienda la OMS, a demanda, sin horarios, sin ponerse la alarma durante el día o la noche, sin espaciar demasiado las tomas ni alargarlas al máximo para que el bebé no llegue a la noche con hambre, aunque recordemos que los primeros meses se tienen que alimentar cada pocas horas. En el caso de que el bebé se alimente con biberón, dáselo también a demanda y déjalos preparados por la noche antes de acostarte.

  • Procura tranquilidad antes de dormir. Ambienta la habitación con una luz muy suave o en la oscuridad si el bebé está tranquilo. Podemos hacerle un masaje, poner música tranquila, suave... Este consejo también sirve para cuando crecen: entonces, además, hay que evitar televisión, ordenador o tabletas antes de ir a la cama.

Muerte súbita del lactante

  • Duerme con tu bebé. Qué mayor tranquilidad para el bebé que sentirse cerca de mamá, sentir su piel y su respiración, como cuando estaba en el vientre materno. El papá también le dará confianza y se sentirá arropado para un sueño placentero. Es una manera más de sincronizarse y maximizar el descanso: dormir cuando él lo hace.

  • Mece al bebé, arrúllalo o balancéalo en tu regazo con un movimiento suave y monótono, continuo. Adopta una posición cómoda (porque podemos estar un buen rato de esta manera) y en unos minutos podrás ver que el bebé se calma (y probablemente tú también caigas en los brazos de Morfeo).

  • Las nanas o canciones de cuna tienen un asombroso poder para calmar a los bebés, con su ritmo monótono y suave, con sus rimas... Esta sonoridad ejerce una influencia tranquilizadora sobre los pequeños.

  • Procura que el bebé esté cómodo, que no tenga frío ni calor, que no haya demasiada ropa de cama ni poca, que el pañal esté limpio para no tener que cambiarlo enseguida porque se despierta por la humedad... Y por supuesto que duerma en una habitación sin humos. Que el bebé no tenga demasiado calor, que no haya ropa de cama suelta o que esté alejado del tabaco además reduce el riesgo de muerte súbita.

  • El baño del bebé relajante antes de dormir. Si a tu bebé le gusta el momento del baño, le va a relajar y antes de acostarlo puede ser un buen momento. Tenlo todo preparado para este momento especial. Por el contrario, si a tu bebé no le gusta el baño, o lo que hace es despabilarlo, hay que dejarlo para cuando esté bien despierto, durante el día.

  • Lo acuesta mamá, papá o ambos. Si el sueño del bebé se ha convertido en un imposible, para no perder la paciencia hay que turnarse a la hora de intentarlo. Cuando a uno parece que se le han acabado las ideas, el otro puede venir "al rescate". De este modo, del bebé también se acostumbrará a que los dos están cerca a la hora de ir a dormir y para atenderle.

  • Sigue la rutina que mejor te funcione. Cada bebé es un mundo, pero si un día algo de lo que hemos hecho parece funcionar con nuestro pequeño para que duerma más tranquilo, ¿por qué no segur haciéndolo? La hora, la iluminación, la canción, las caricias... todo lo previo a un sueño reparados se ha de repetir siempre que sea posible.

A vosotros, ¿cuáles de estos consejos para que el bebé duerma bien os funcionan? Mucha paciencia para aquellos que aún no han conseguido descansar unas horas seguidas. Todo llega y nos hemos de adaptar al ritmo del bebé, por muy cansado que sea, atendiéndolo adecuadamente. Los papás y mamás recientes están hechos de otra pasta, cuando parece que van a desfallecer, salen fuerzas de la nada. Y es lo que el bebé necesita, tenernos cerca.

Fotos | iStock
En Bebés y más | La forma más segura de dormir para los bebés es en su cuna, boca arriba y cerca de la cama de sus padres, recomiendan los pediatras, ¿Cuántas horas de sueño necesitan los niños según su edad?

Recomiendan que los bebés duerman en la habitación con los padres durante el primer año para evitar la muerte súbita

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Cómo debe dormir el bebé para prevenir uno de los mayores temores, la muerte súbita, es una de las preocupaciones más habituales entre los padres de bebés recién nacidos.

En unas recomendaciones difundidas ayer, la Asociación Americana de Pediatría (AAP), la organización de pediatras más importante de Estados Unidos, recomienda que los bebés duerman en la misma habitación que los padres durante el primer año de vida para prevenir el riesgo de muerte súbita.

En su propia cuna o moisés

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Los pediatras aclaran que los bebés no deben dormir en la misma cama que sus padres, ni en un sofá o en una superficie blanda, sino que deben hacerlo en su propia cuna o moisés, pero situada en la misma habitación que los padres.

Las cunas de colecho son ideales para cumplir con estas recomendaciones, ya que se adosan a la cama de los padres y permiten tener al bebé muy cerca sin necesidad de levantarse de la cama y al alcance de la mano para cualquier cosa que pudiera necesitar.

Sin aparatos de videovigilancia

La tecnología ha avanzado muchísimo en los últimos años. En la actualidad podemos encontrar numerosos artículos para la vigilancia a distancia del bebé, incluso con la posibilidad de detectar movimientos del bebé o transmitir imágenes mientras está en otra habitación.

La AAP advierte a los padres que no es necesario invertir en dispositivos o aparatos que se venden en el mercado con el mensaje de que sirven para disminuir los riesgos de muerte súbita. Dan una falsa sensación de protección y su eficacia no está probada. Lo más efectivo es la vigilancia y la cercanía de los padres.

Boca arriba

La principal recomendación es poner a dormir al bebé boca arriba con la cabeza ladeada para prevenir el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Muchas de estas muertes ocurren cuando se pone a dormir boca abajo a un bebé que está acostumbrado a dormir boca arriba. Estos bebés acostumbrados tienen 18 veces más probabilidades de morir. Por su parte, colocar al bebé de lado no es seguro y está desaconsejado.

La postura de dormir boca arriba ha reducido en un 50% las incidencias de muerte súbita, pero ha hecho que aumenten notablemente los casos de plagiocefalia. Por eso, se recomienda ir alternando el lado en el que el bebé apoya su cabeza para prevenir que adopte formas no asimétricas o deformidades provocadas por posturas continuadas cuando el cráneo del bebé es muy maleable.

Riesgo de muerte súbita

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Se calcula que uno de cada 2.000 bebés fallece a causa de la muerte súbita, y sucede sobre todo entre la cuarta y la decimosexta semana, es decir entre el primero y cuarto mes de vida del bebé. Aún se desconoce la causa, pero hay diversas hipótesis que la relacionan con anomalías en el cerebro, con una mutación genética o problemas en el corazón del bebé.

La principal recomendación es poner a dormir al bebé boca arriba. Muchas de estas muertes ocurren cuando se pone a dormir boca abajo a un bebé que está acostumbrado a dormir boca arriba. Estos bebés acostumbrados tienen 18 veces más probabilidades de morir. También se recomienda amamantar al bebé: se calcula que la lactancia materna disminuye el riesgo de muerte súbita entre un 50 y un 70%,

No es la primera vez que se recomienda dormir con los padres como protección ante la muerte súbita. La Asociación Española de Pediatría, en sus recomendaciones de consenso también coincide con esta postura:

La forma más segura de dormir para los lactantes menores de seis meses es en su cuna, boca arriba, cerca de la cama de sus padres. Existe evidencia científica de que esta práctica disminuye el riesgo de SMSL en más del 50%.

Otros consejos para evitar la muerte súbita del lactante

  • Dormir boca arriba
  • Usar un colchón firme
  • Evitar en la cuna peluches, juguetes, protectores, cojines y mantas
  • No utilizar cojines antivuelco
  • Evitar que el bebé pase mucho calor
  • No dormir con el bebé en el sofá
  • No fumar cerca del bebé, ni dormir con él si se fuma
  • Dar el pecho al bebé o utilizar chupete

Fotos | iStockphoto
Vía | CBS News
Más información | AAP
En Bebés y más | ¿Qué es el síndrome de muerte súbita del lactante?, en los países donde los bebés siempre han dormido con sus padres apenas saben qué es la muerte súbita

El vídeo más divertido de una abuela poniendo a dormir al bebé: se va de cabeza dentro de la cuna

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Abuela

¿A quién no le ha pasado alguna vez? El bebé por fin se ha quedado dormido, y como si tuviéramos entre las manos una bomba activada, intentamos colocarlo en la cuna con toda la delicadeza del mundo cuando, sin querer, hacemos un gesto, un movimiento involuntario o pisamos un juguete que hacen que se despierte. Pues eso es lo que sucede en este vídeo tan divertido cuando una abuela intenta poner a dormir al bebé en la cuna. Sucede lo que nunca te esperarías: se va de cabeza dentro de la cuna.

El vídeo fue compartido por Nikki Sharp Bishop, la madre del bebé en su perfil de Facebook, y ya ha sido visto por millones de personas.

Las imágenes fueron captadas por una cámara de seguridad instalada en la habitación del pequeño. La abuela mide apenas metro y medio, por lo que se ha colocado un escalón junto a la cuna para poder colocar dentro al bebé una vez que se ha dormido. Cuando se agachó para acostarlo, perdió el equilibrio y se fue de cabeza dentro de la cuna.

Por suerte, no aplastó al bebé, pero por supuesto todo su esfuerzo por dormirlo se esfumó en un segundo. El pequeño se sienta en la cuna y mira atónito cómo su abuela logra salir de la cuna.

Al compartirlo, su hija decía:

“Mi mamá me va a matar, pero lo tenía que publicar. Para aquellos que no conocen a mi mamá, ella mide 5 pies y siempre ha sido retada por las alturas. Amo a esta loca mujer”.

La abuela también se habrá reído de la situación y más al verse grabada por una cámara. ¡Ay, qué haríamos sin las abuelas! La mayoría de las veces son un apoyo incondicional en la crianza de los hijos y sin duda, nuestro día a día con hijos sería mucho más difícil sin ellas.

Vía | Nikki Sharp Bishop (Facebook)
En Bebés y más | Los abuelos de ahora no son como los de antes, son mejores


¿Por qué los padres dejan a sus bebés en los cochecitos en la puerta de las tiendas en los países nórdicos?

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Dinamarca

Sea verano o pleno invierno con un frío que pela, los padres nórdicos tienen una curiosa costumbre: dejan a sus bebés en los cochecitos en la puerta de tiendas y bares mientras ellos hacen compras, comen o cenan dentro.

Es frecuente ir andando por las calles de países como Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega o Suecia, y encontrarse una fila de carritos con bebés dentro durmiendo la siesta, a veces a temperaturas bajo cero. Es lo que se conoce como siesta nórdica.

La siesta nórdica

Frio

Aquí no nos hacemos una idea del frío que puede llegar a hacer en esos países. Los inviernos son muy crudos, pueden llegar a haber días de -10 o -15 grados, incluso con nieve, y aún así, ni siquiera en los meses más gélidos abandonan esta costumbre. Para ellos, es parte de su rutina diaria. Y lo hacen convencidos de que es beneficioso para sus bebés.

Dentro de los cochecitos, los bebés están perfectamente abrigados y protegidos del viento y la lluvia, con su edredón y su capota cerrada. Allí quedan bien recogidos y sus padres aseguran que duermen la siesta durante más tiempo que si estuvieran en un ambiente cerrado.

Al parecer, esa es la clave. A pesar de que la temperatura ambiente sea muy baja, es muy importante que los niños lleven ropa cálida y una bolsa de dormir abrigada.

Los niños se enferman menos

¿No les hace mal a los bebés? ¿No se enferman? Los padres nórdicos tienen claro que no. De hecho, lo hacen para evitar enfermedades. Se supone que los niños expuestos al aire libre tienen menor riesgo de contagio de infecciones frecuentes como tos y resfriados que si compartieran una habitación con otros bebés.

La cultura de sacar a los niños al aire libre no es nueva. Esto se viene haciendo durante años como parte de su vida cotidiana. En guarderías y colegios también es frecuente que los niños realicen la mayor parte de las actividades al aire libre y sólo entren a la hora de comer o si fuera hace demasiado frío.

Para tenerlos controlados, los padres colocan un vigilabebé con monitor dentro del cochecito y por lo general están siempre muy cerca de la ventana desde donde los vigilan.

Hay que tener en cuenta además que los secuestros en los países nórdicos son extremadamente raros, por no decir inexsistentes. A nadie se le ocurriría llevarse un cochecito con un bebé ajeno, y de hacerlo, sólo sería por error.

Duermen más tiempo

Marjo Tourula, investigadora finlandesa especializada en las siestas de los niños al aire libre, ha hecho una encuesta a los padres quienes aseguran:

"Los bebés claramente durmieron más estando afuera que adentro. Si las siestas bajo techo duraban entre una y dos horas, afuera duraban entre una hora y media y tres".

"Probablemente la restricción de movimientos causada por el ropaje podría incrementar la duración de la siesta, mientras que un ambiente frío hace posible envolverlo sin sobrecalentarlo", señala.

Dormir-fuera

La mayoría de los padres señaló que muchos bebés duermen mejor afuera que en el dormitorio. Los sacan gradualmente para que se vayan acostumbrando a partir de las dos semanas de nacido.

Según su investigación, -5°C es la mejor temperatura para una siesta al aire libre, aunque algunos padres con los que habló los llevaban afuera a -30°C.

Otros beneficios incluyen que los niños son más enérgicos, duermen mejor por las noches y son capaces de dormitar en cualquier entorno, incluso con ruido y luz brillante.

¿Qué dicen los estudios?

Los informes de la Agencia de Protección del Medio Ambiente sueca muestra resultados contradictorios. En algunos estudios encontraron que los niños preescolares que pasaron muchas horas al aire libre se ausentaron menos días que los que pasaron la mayor parte del tiempo dentro. Sin embargo, en otros estudios no hubo diferencias.

Martin Jarnstrom, jefe del grupo de instituciones preescolares Ur och Skur (Con nieve o lluvia), es otro gran defensor de las siestas al exterior, aunque enfatiza que mientras el clima pueda ser frío, el niño debe estar caliente o tibio.

Fotos | iStockphoto
Vía | Fatherly
En Bebés y más | Dormir las siestas bajo cero para evitar enfermedades, Ante el frío, algunos consejos para mejorar sus defensas

Una cámara graba a una madre arrastrándose para salir de la habitación y evitar despertar al bebé

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Arrastre

Cuando por fin conseguimos que el bebé se duerma y lo dejamos en su cuna como si de una bomba de relojería se tratara, falta superar la misión de salir de la habitación sin que nuestro retoño se despierte.

Los padres somos capaces de hacer lo impensable para evitarlo, y Caryn Chelin Morris, una madre de Sudáfrica, tuvo una gran idea: arrastrase por el suelo para salir de la habitación. Lo que tal vez no recordaba es que la cámara de seguridad grabaría su ingeniosa técnica, que su marido lo compartiría en Facebook y que se volvería viral.

Caryn puso a su hijo de 15 meses a dormir como cada noche y para evitar que pudiera despertarse y verla salir, decidió tumbarse de espaldas y empezar a arrastrarse hacia la puerta.

"Lo mejor de tener cámaras en tu casa es ver a tu mujer intentando salir de la habitación después de acostar a tu hijo. ¡A veces hay que tomar la iniciativa para poder salir! Posdata: ¡El Ejército me está llamando para que impartas el entrenamiento del arrastre inverso del leopardo!", escribió el marido.

¿Qué "técnicas" habéis usado vosotros con tal de que el bebé no se despierte?

Vía | Tyrone Morris (Facebook)
En Bebés y más | ¿Cómo conseguir que tu bebé se duerma en menos de un minuto?: el increíble truco de una madre

Muerte súbita: los pediatras no recomiendan el uso de ropa "inteligente" que registra los signos vitales

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El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es el mayor temor de cualquier padre. Es normal que la preocupación haga que muchos recurran a cualquier tipo de dispositivo que pueda ayudar a disminuir de alguna manera su riesgo.

Existe ropa "inteligente" como calcetines, mamelucos, botones, bodies, etc. dotados de sensores que registran los signos vitales de los bebés mientras duermen, pero los pediatras no recomiendan su uso en bebés sanos, puesto que puede producir alarmas innecesarias y acabar con los nervios de los padres. Lo más efectivo es la vigilancia y la cercanía de los padres.

¿Qué dicen los pediatras?

La ropa contiene pequeños sensores integrados que registran la respiración, el pulso y el nivel de oxígeno del bebé y lo notifican a través de una app en el smartphone. También hay dispositivos que se colocan debajo del colchón, que ante la ausencia de movimientos, hacen sonar una alarma para alertar a los padres.

Pero las continuas falsas alarmas de los monitores acaban con los nervios de los padres y llevan a que se hagan pruebas innecesarias a los bebés, señaló el Dr. Christopher Bonafide, médico en el Hospital Pediátrico de Filadelfia, y también el autor principal de un editorial en la edición del 24 de enero de la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).

"Estos monitores de los signos vitales no han sido aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU., y no hay evidencias de que los dispositivos prevengan ningún problema potencialmente fatal en los bebés normales".

"Me preocupa la atención innecesaria e incluso el posible daño para los bebés que pueden estar asociados con las alarmas de estos dispositivos", dijo Bonafide. "Estos dispositivos no juegan ningún papel en la atención de los bebés sanos".

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Estos monitores de los signos vitales no han sido aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU., y no hay evidencias de que los dispositivos prevengan ningún problema potencialmente fatal en los bebés normales, dijo Bonafide.

No es el único pediatra que no los recomienda. La Asociación Americana de Pediatría recomienda especialmente que no se usen monitores de alta tecnología para los bebés que gozan de buena salud.

Según la AAP, no hay evidencia científica de que el uso de monitores reduzca la incidencia de muerte súbita.

En sus últimas recomendaciones para reducir el riesgo de muerte súbita publicadas en 2016, en el apartado 13, señala:

"No utilizar monitores cardiorrespiratorios casa como una estrategia para reducir el riesgo de SMSL.

El uso de monitores cardiorrespiratorios no se ha documentado para disminuir la incidencia de SMSL.

Estos dispositivos se prescriben a veces para su uso en el hogar para detectar la apnea o bradicardia y, cuando se utiliza la oximetría de pulso, la disminución de la saturación de oxihemoglobina para los lactantes en riesgo de estas enfermedades. Además, la monitorización cardiorrespiratoria de rutina antes del alta del hospital no se ha demostrado para detectar niños con riesgo de SMSL.

No hay datos de que otros dispositivos comerciales que están diseñados para monitorear los signos vitales infantiles reducen el riesgo de SMSL.

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Falsas alarmas

Las falsas alarmas pueden producirse si los bebés activan el monitor al darle una patada o al darse la vuelta, o si experimentan un cambio inofensivo en sus signos vitales que el dispositivo interprete como una amenaza para su vida, dijo Bonafide.

Por ejemplo, la investigación ha mostrado que los bebés experimentan ocasionalmente reducciones repentinas en su nivel de oxígeno que activarían el monitor, comentó. Se trata de fluctuaciones normales que harán creer a los padres que algo va mal.

Esto daría lugar a que por una falsa alarma los bebés deban someterse a análisis de sangre, a radiografías y otros procedimientos que son caros y potencialmente dañinos para ellos.

Falsa sensación de protección

Otra preocupación de los pediatras es que los padres les coloquen la ropa inteligente y se confíen de que sus bebés están protegidos, sin tener en cuenta las directrices de sueño seguro que recomiendan los expertos que han demostrado que previenen las muertes por SMSL, como por ejemplo:

Foto | Owlet
Vía | MedLine Plus
En Bebés y más | Idean dispositivo para evitar la muerte súbita, Las 16 cosas que debes hacer para prevenir la muerte súbita del bebé, Gran avance en la investigación sobre la muerte súbita: el déficit de una proteína que podría estar implicada en las causas

Por qué los bebés no deben utilizar almohada

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Bebe Mayor Dormido Muchas personas no están seguras sobre el uso de la almohada en bebés o niños pequeños. Incluso se podría decir que la mayoría de las personas consideran o creen que los recién nacidos deben usarla, pero lo recomendable es que no lo hagan.

Pese a que para muchos de nosotros como adultos el usar una almohada puede ser algo necesario para dormir mejor, en el caso de los bebés no ocurre así. Te explico por qué no deben utilizar almohada y a partir de qué edad es segura para ellos.

¿Por qué no deben utilizar almohada los bebés?

A diferencia de un adulto, las proporciones del cuerpo de un bebé son distintas al nacer. El cuello aún es pequeño y la cabeza es mucho más grande con respecto al tamaño de su cuerpo, por lo que no es seguro utilizarlas.

El bebé debe apoyar su cabeza sobre una superficie firme al mismo nivel que el resto de su cuerpo, ya que de lo contrario se estaría forzando la curvatura natural de su cuello.

Otra razón por la que se desaconseja el uso de almohada es por el riesgo de muerte súbita que puede provocar. Si el bebé llegara a voltearse podría asfixiarse con la almohada al no recibir el oxígeno necesario.

La Asociación Española de Pediatría y la Academia Americana de Pediatría desaconsejan también el uso de almohadas como parte de sus recomendaciones para que el bebé duerma seguro durante los primeros años de vida.

Específicamente sobre este tema, las recomendaciones de ambos son las siguientes:

  • Acostar al bebé sobre su espalda en una superficie firme como un moisés o una cuna con una sábana ajustable.
  • Evitar el uso de protectores para los barrotes de la cuna, cobertores, almohadas y juguetes suaves, como peluches.
  • El área donde duerme el bebé debe estar totalmente libre.

¿A partir de qué edad es seguro utilizarlas?

Ambas instituciones coinciden en que lo más recomendable y seguro para el bebé es no utilizar almohada durante los primeros dos años de vida. A partir de los dos años los niños pueden utilizar, si así lo desean o lo necesitan, una almohada delgada, pequeña y firme, aunque lo ideal es continuar sin almohada el mayor tiempo posible.

Hasta pasados los 2 años, es cuando físicamente ya la necesitan porque sus hombros son más anchos que su cabeza y entonces ésta comienza a colgarles cuando duermen de lado.

Es importante tener en cuenta que la almohada debe ser de un material que les permita respirar adecuadamente, como el algodón. El usar otros materiales como poliéster puede ser riesgoso ya que además de dificultar la oxigenación, podría provocar calentamiento excesivo en la zona de la cabeza y cuello del niño.

La almohada debe llevar una funda lavable de tejido suave y de un material similar o igua al de la alhomada, que también facilite la respiración y oxigenación.

En nuestro caso practicamos el colecho y cuando mi hija tenía un año su abuela le regaló una almohada pequeña y delgadita que utilizaba cuando la acostábamos de vez en cuando en su cuna, pero la mayoría de las noches ella sola la quitaba o se alejaba y al despertar la almohada se encontraba bastante lejos de ella. Actualmente continuamos practicando el colecho, mi hija tiene dos años y ocho meses y todavía no ha pedido ni necesita utilizar almohada, aunque quizás se deba a que la mayoría del tiempo duerme boca arriba pues así se le acostumbró desde el momento en que nació.

Más información | Guía practica para padres desde el nacimiento hasta los 3 años por la Asociación Española de Pediatría
Foto | iStock
En Bebés y más | Los bebés no deben utilizar almohada, ¿Cuándo deben empezar a dormir con almohada?, A pesar de que el bebé no debería dormir con ropa de cama blanda, muchos padres la siguen utilizando, Consejos para que el bebé duerma tranquilo y feliz

Cuando estás tan agotado que crees que estás ayudando a tu bebé a calmarse (pero no)

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Creo que todos los que somos padres coincidiremos en que una de las cosas que peor se llevan de la época de bebés es la falta de sueño. Esos primeros meses, a veces años, en que vas tan agotado que te vas durmiendo en las esquinas, como quien dice, y en que llegas a hacer cosas bastante inexplicables.

Que se lo digan si no a este pobre hombre que, rendido en el sofá, empieza a oír llorar a su bebé y, pensando que lo tiene encima, mueve el brazo como para tratar de calmarlo.

Que sí, que lo estoy cuidando

Cabe hasta la posibilidad que directamente esté soñando con que está al cuidado de su bebé, así que simplemente hace lo que tiene ya tan interiorizado: tratar de que se calme, que concilie el sueño, en esos minutos antes de darse cuenta de que no lo logra, que llora cada vez más y que tiene que pasar al plan B, el de hacer algo más.

El vídeo solo dura 17 segundos, así que no sabemos cómo sigue, pero su mujer se parte de la risa mientras sujeta en brazos al bebé de ambos que llora, y que él cree que está tranquilizando.

El vídeo ha sido compartido por America's Funniest Home Videos, que cuenta con diversos vídeos con bebés y niños como protagonistas.

En este caso no es el bebé, sino el padre. ¿Os habéis visto alguna vez en una situación similar?

En Bebés y más | ¿Sueñas con dormir una noche entera? Descubre aquí si ya te has convertido en una "Mombie", Las ocho cosas que puedes hacer para que tu bebé duerma fatal y te conviertas en una mombie, ¿Por qué es tan duro esto de tener hijos?

Las pantallas, enemigas del buen sueño infantil

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Pantallas y niños antes de dormir

Llega la hora de dormir. Estamos cansados (seguramente más que nuestros hijos) y pensamos que es una buena idea que se entretengan un ratito antes de acostarse o ya en la cama con el teléfono móvil, con la tele o con la tableta. Que jueguen un poco, que se relajen. Error. Está comprobado que las pantallas son enemigas del buen sueño infantil, de modo que, si queremos que duerman bien, lo mejor es mantenerlos alejados de ellas en ese periodo.

Y es que, si es bueno crear ciertos hábitos a la hora del sueño, jugar a videojuegos o ver dibujos no se encuentra entre esas buenas costumbres que ayudan a los pequeños a dormir bien. Tampoco a los más pequeños, los menores de tres años, como se ha demostrado recientemente.

El estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Londres y publicado en la revista "Nature", no puede ser más claro desde su título: "El uso diario de pantallas táctiles en bebés y niños pequeños se asocia con una reducción del sueño y un retraso en el inicio del sueño".

La investigación se llevó a cabo analizando datos de 715 familias del Reino Unido con niños de entre seis meses y tres años. Los datos concluyen que por cada hora diaria que los menores pasaban con la tableta, reducían 26 minutos su sueño nocturno (aunque aumentaban un poco el sueño diurno de la siesta, debido probablemente a que el organismo trata de compensar lo que no se duerme por la noche a lo largo del día).

A medida que aumenta el uso infantil de estas tecnologías, los pequeños tardan más tiempo en coger el sueño. Como dato curioso, el uso de la televisión solo reducía el tiempo de las siestas diurnas y no afectaba al sueño nocturno (aunque como veremos más abajo, sí hay estudios que relacionan este uso con una mala calidad del sueño, incluido un trastorno como el sonambulismo).

Ya se conocían resultados similares para niños mayores, pero es la primera vez que se analizan los efectos de las pantallas en niños tan pequeños, menores de tres años. Y ya hacía falta un estudio así, porque ellos son un "público" asiduo a estos dispositivos móviles.

Según el informe FAROS (Observatorio de Salud de la Infancia y la Adolescencia) del Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues, casi la mitad de los niños menores de dos años utiliza tabletas y móviles y es de suponer que, muchos de ellos, lo harán también antes de dormir.

Recomendaciones de los pediatras

Por este extenso uso de dispositivos móviles por parte de los niños, no es de extrañar que los pediatras hagan sus recomendaciones oficiales a los padres, como recientemente la Academia Americana de Pediatría respecto al uso de tabletas, móviles y televisión y que se resumen en las siguientes:

  • Nada de pantallas antes de los 18 meses.

  • Seleccionar un contenido de alta calidad entre los 18 y 24 meses.

  • Seleccionar contenidos de alta calidad no más de una hora entre los dos y cinco años.

  • A partir de los seis años, uso de los dispositivos con equilibrio y sentido común, para que no afecten al sueño, a la actividad física y a su modo de comunicarse con otros niños y adultos.

  • Conviene establecer horarios totalmente libres de contenido mediático, especialmente un rato antes de ir a dormir.

Cómo afectan las pantallas a los niños pequeños

Como vemos, los pediatras recomiendan unos límites muy claros del uso de los dispositivos móviles por parte de los menores. Pero no es solo porque estos pueden perjudicar la cantidad del sueño y el descanso infantil. También su calidad. El uso del ordenador antes de dormir podría estar relacionado con trastornos del sueño: se ha encontrado una relación con el aumento de los casos de sonambulismo infantil.

Además, sabemos que las pantallas dañan la vista de los más pequeños. En los últimos años se ha detectado un aumento los casos de miopía entre los niños pequeños, de entre dos y cuatro años. Los oftalmólogos lo atribuyen al mayor uso de las nuevas tecnologías por parte de las familias. Pero no sólo es cuestión de daño a la vista.

Por otro lado, también se cree que los móviles y las tablets podrían estar afectando negativamente al desarrollo social y emocional de nuestros hijos, ya que cuanto más horas pasan absortos en las pantallas ("desconectados"), menos tiempo dedican a interactuar con otras personas de su entorno.

Como el sueño es vital para el desarrollo biológico, psicológico y social de los niños, una cantidad inadecuada de sueño y la calidad de este se convierte en un problema de salud importante.

Y cada vez está más claro que los dispositivos portátiles móviles y multimedia pueden afectar la duración y calidad del sueño de los menores de tres años especialmente. También a los niños mayores y a todos. Seguro que vosotros también habéis notado los efectos perjudiciales de estar pegados a las pantallas antes de dormir y si no, probad a despegaros de ellas un par de horas antes del sueño y notaréis la diferencia.

Foto | iStock
Más información | Nature
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En Bebés y más | Si quieres que duerman bien nada de móviles, tablets ni tele en la habitación, ¿Quieres que tu hijo duerma mejor? No dejes que use dispositivos móviles antes de acostarse

Un gimnasio ofrece el sueño de los padres cansados (nunca mejor dicho): "clases" de 45 minutos de siesta

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Gimnasio y siestas para padres cansados

Si a unos papás recientes les ofrecen 45 minutos de sueño ininterrumpido, seguramente preguntarán sin dudarlo dónde hay que firmar. Pues bien, sabedor de esta necesidad, un gimnasio en Reino Unido ofrece clases de una hora de relajación y siesta para madres y padres cansados, donde aseguran 45 minutos de sueño con todas las comodidades.

Y aunque pudiera parecer una propuesta ridícula, ya que parece difícil ir al gimnasio si tienes un bebé y más todavía si acumulas el cansancio de los primeros meses, las primeras clases de prueba de "Napercise" (algo así como "Siest-jercicio") en Londres ya están completas, por lo que el club británico probablemente ampliará su oferta a otras de sus sedes. ¿Qué os parecería tener algo así en vuestro gimnasio más cercano?

Así se anuncia esta novedosa "modalidad gimnástica" en su web:

La naturaleza frenética de la vida moderna significa que pocos de nosotros parecen dormir lo suficiente, y si eres padre, una buena noche de descanso se convierte aún más en un lujo. Así que estamos creados un nuevo grupo: las clases de siesta para ayudar a las mamás y los papás agotados a aumentar su bienestar mental y físico. Nuestras sesiones de sueño de media tarde son de 45 minutos de duración y están diseñadas para revitalizar la mente, el cuerpo e incluso quemar las calorías sobrantes.

El gimnasio, David Lloyd Clubs, ofrece una clase de una hora que se inicia con ejercicios de relajación, seguidos se una siesta de 45 minutos en camas individuales, con manta, antifaces para que no moleste la claridad y en una estancia con la temperatura ideal. Por supuesto, fuera piden silencio ya que hay una "clase de siesta en curso".

Al final de la siesta reparadora, otra vez se realizan ejercicios de estiramientos para liberar la tensión y quedar como nuevo, aunque me temo que para algunos no sean suficientes esos minutos de descanso... ¿o tal vez sí? Está demostrado que las siestas cortas son reparadoras para cuerpo y mente y reducen el estrés (no solo en los niños, también en los adultos), de modo que todo es probar, ¡incluso si los niños ya son mayores!

Eso sí, como de todas formas ni tenemos este gimnasio cerca ni hay plazas disponibles de momento, lo mejor será que nos acostumbremos a dormir en casa cuando lo haga el bebé y practicar nuestros ejercicios de relajación y de respiración para no acumular estrés y lograr un mejor descanso, que tanto se necesita. Y es que, durante el primer año del bebé, los padres pierden más de 700 horas de sueño, que equivalen a unas dos horas menos diarias.

¿Pueden 45 minutos de siesta en un ambiente relajado reparar todo el cansancio acumulado? Pues probablemente no los primeros días, pero conforme pasan las semanas, el cuerpo se va a acostumbrando a este nuevo ritmo que impone el bebé, nos adaptamos rápidamente y una cabezada puede dar mucho de sí... en el gimnasio, en el sofá o en cualquier rincón de la casa en el que caigamos rendidos.

Foto | Twitter Kate Carter
Vía | Mashable
En Bebés y más | ¿Tu hijo aún la duerme? Siete beneficios de la siesta en los niños, ¿Sueñas con dormir una noche entera? Descubre aquí si ya te has convertido en una "Mombie"


Balanceo y ruido blanco con una batidora: el invento casero de una madre para dormir a su bebé

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batidora

Hoy en día, las tiendas para bebés están repletas de artículos sofisticados que nos hacen la vida más fácil a los padres (algunos imprescindibles y otros no tanto). Pero aquí tenemos una muestra de cómo la creatividad, y la desesperación de algunos padres, supera con creces a la última tecnología.

Este, sin duda, es el "parenthack" o truco de padres más curioso que hemos visto, aunque un invento casero nada recomendable. La idea fue de una madre que pensó en combinar el ruido blanco de una batidora que a la vez, al estar atada a una cinta o goma elástica, produce un balanceo de la hamaca en la que duerme su bebé.

Parenting Hack KitchenAid Bouncer w/ White Noise from shittyrobots

Ruido blanco + balanceo

El ruido blanco de ciertos artefactos como puede ser una batidora, un ventilador, una aspiradora, un secador, etc., tiene un efecto calmante en algunos bebés. Al ser un ruido constante y sin altibajos que enmascara otros ruidos, hace que el cerebro se calme y puedan conciliar el sueño.

Si además le sumamos un movimiento rítmico que mece al bebé hasta dormirlo, el truco a primera vista parece un éxito. No por nada hay decenas de modelos de hamacas con movimiento y sonidos, pero este invento casero no tiene el visto bueno.

El truco fue compartido en Reddit por la madre, pero el hecho de colocar un artefacto eléctrico junto a un bebé ha levantado todo tipo de críticas y comentarios.

Uno de los usuarios, tercraetor, comentaba:

Si el trozo de tela es atrapado por la batidora, tiraría al bebé hacia la paleta de mezcla que podría atraparle un brazo o una pierna, haciendo girar al bebé hasta que muera o hasta que alguien pare el mezclador, lo que suceda primero.

A lo que otro usuario, Kratzyyyy le responde:

Si la banda fuera atrapada, se envolvería alrededor de la paleta. Tengo uno de estos mezcladores en la cocina y son bastante potentes, pero no están al mismo nivel que un torno de carpintería. Esto es monumentalmente estúpido porque el bebé probablemente resultaría herido, pero no sería atrapado por la paleta y arrojado como un muñeco de trapo hasta morir.

A priori parece gracioso, pero la mayoría de los usuarios lo vieron como una auténtica temeridad, similar a otra de la que hablamos hace un tiempo de una madre que utilizaba una batidora eléctrica para hacer espuma mientras bañaba a su bebé. Ha sido tan criticada, sobre todo por el riesgo de electrocución, que imagino que no habrá vuelto a hacerlo.

Tampoco faltan críticas el sitio donde se ha puesto a dormir al bebé, ya que las hamacas no están recomendadas para poner a dormir al bebé durante demasiado tiempo. Como sucede también en las sillas de coche si el bebé adquiere una postura demasiado flexionada sobre sí mismo (en forma de "C") dificulta que pueda expandir el tórax y el abdomen para respirar, y podría causar asfixia postura o posicional.

Vía | Reddit
En Bebés y más | Parent Hacks: once trucos de padres para copiar y triunfar

¿Quién duerme menos cuando llega un bebé a la familia, papá o mamá?

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Cuando un bebé llega a tu vida, enseguida te das cuenta que tus noches no volverán a ser lo que eran. En el primer año del bebé, los padres pierden más de 700 horas de sueño, y si además luego vienen hermanos, mejor no echamos cuentas de la cantidad de noches que no dormirás del tirón.

Sin duda, es uno de los grandes sacrificios que hacemos los padres, y hasta hay investigaciones al respecto. Algunos estudios se han interesando en la privación de sueño en hombres y mujeres al ser padres y hay conclusiones para todos los gustos sobre quién duerme menos cuando llega un bebé a la familia.

Las madres se despiertan más

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Un estudio reciente realizado por la Academia Americana de Neurología y la Universidad del Sur de Georgia, inclina la balanza hacia las madres zombies que sueñan con dormir una noche entera.

En una encuesta telefónica realizada a 5.805 personas en Estados Unidos, entre las mujeres, el único factor asociado con obtener suficiente sueño era tener niños en casa. Con cada niño que tenían aumentaba a casi 50% la probabilidad de tener una cantidad insuficiente de sueño. Por su parte, los hombres respondieron que no les afectaba en absoluto a sus horas de sueño el que haya o no niños en casa.

Las madres se despiertan más veces durante la noche. Su sueño es más fragmentado, y por consiguiente, de peor calidad, aunque algunas tienen la suerte de recuperar horas de sueño durante el día.

Cuando se les preguntó a las mujeres cuántas horas dormían, casi la mitad de las mujeres que tenían hijos (un 48%) reconoció dormir al menos seis horas cada día, en comparación con el 62% de las que no tenían hijos.

Hay que tener en cuenta que durante la baja maternal y en los casos en los que la mujer no trabaja fuera y se queda en casa con su bebé, a veces pueden recuperan horas de sueño durante el día aprovechando las siestas del bebé.

Es decir, casi la mitad de las madres consigue dormir más de seis horas, pero su sueño es más fragmentado, siendo un sueño menos reparador, lo cual repercute en su estado de cansancio generalizado.

Los hombres no tienen pechos

Si bien el padre cada vez se involucra más en la crianza de los hijos, la mayoría de la responsabilidad recae en la madre, especialmente durante las noches cuando el bebé reclama el pecho. Es ella quien "pone el pecho" (nunca mejor dicho) a horas intempestivas para amamantar al bebé.

Y aunque se practique el colecho y se duerma con la teta fuera, siendo más cómodo amamantar al bebé sin necesidad de levantarse de la cama, la calidad del sueño no es la misma.

Sobretodo durante los primeros meses de vida de tu hijo duermes con un ojo abierto y el otro cerrado, controlando a tu bebé en todo momento y pendiente de cualquier necesidad que pueda tener.

En cambio, si se da el biberón, el padre puede colaborar más por las noches turnándose para alimentar al bebé. Un buen consejo es prepararlos y dejarlos listos antes de dormir, así ganarás minutos de sueño y evitarás equivocaciones a la hora de la preparación.

Ellas duermen mal desde el embarazo

Otro argumento que resta horas y calidad de descanso a las madres es que ellas llevan ventaja (en este caso, desventaja) desde el embarazo. Arrastran déficit de sueño desde antes del nacimiento, podría decirse que es a partir del tercer trimestre cuando las noches se vuelven más movidas.

El tamaño de la barriga, las excursiones nocturnas al baño y no encontrar la posición hacen que sea casi imposible dormir una noche del tirón durante la etapa final del embarazo.

Los padres duermen menos horas

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Si se concluyera que las madres son las que menos duermen, la mayoría estaría de acuerdo. Pero un libro que recopila varios estudios dice lo contrario, que son los papás recientes lo que menos duermen

El libro "The Informed Parent: A Science-Based Resource for Your Child's First Four Years", de Tara Haelle y Emily Willingham, se basa en los argumentos de algunos estudios realizados con parejas durante los primeros cuatro años de su vida como padres, que concluye que si tenemos en cuenta las 24 horas del día, son ellos los que acababan durmiendo menos.

La mayoría de los padres se va a trabajar con menos de 6 horas de sueño cada noche. Y si trabaja fuera de casa todo el día, no tiene posibilidad de recuperar esas horas de sueño.

Entonces, ¿quién duerme menos? Las madres duermen peor, con un sueño más fragmentado y poco reparador, mientras que los padres duermen menos horas pero más seguido.

Quién duerme menos no es lo importante

Pero de todas maneras, no se trata de una competencia sobre cuántas horas duerme uno o el otro, o quién duerme peor. Es algo que no se puede generalizar, ya que cada pareja es un mundo y cada quien tiene sus propias circunstancias personales.

En algunos casos será él quien más duerma, en otros ella, y en otros (que sería lo ideal) se llegará a un acuerdo para conseguir que ambos puedan dormir más o menos la misma cantidad de horas.

Lo importante es que ambos se responsabilicen por igual para cuidar al bebé por las noches. Y que si la madre da el pecho, el padre lo compense colaborando de otra manera, por ejemplo, cuidando al bebé durante el día para que ella pueda descansar.

En Bebés y más | Vivir con niños puede ser agotador para las mujeres, pero no para los hombres, ¿Sabías que los papás recientes duermen menos que las madres?

Cómo me convertí a favor del colecho

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Colecho La manera en cómo y dónde dormirán nuestros bebés al nacer es una de las primeras decisiones que tomamos cuando nos convertimos en madres y padres. El colecho sigue siendo un poco polémico debido a que las opiniones en torno a él suelen ser muy opuestas.

Yo misma, antes de ser madre siempre dije que jamás le permitiría a mis hijos dormir con nosotros. Hoy, con mi hija a punto de cumplir tres años, soy totalmente pro colecho. Te cuento cómo fue que pasé de un modo de pensar al otro.

Los primeros meses: el moisés

Aún recuerdo la primera vez que realmente pensé en el lugar donde dormiría mi bebé al nacer. Estaba embarazada, quizás a medio embarazo, cuando pensé: "¡tenemos que comprar una cuna!", y lo pensé así, entre preocupada y emocionada porque la cuna suele ser una de las cosas más costosas para la llegada del bebé.

Pero como la cuna no la consideraba realmente necesaria al principio, utilizamos un moisés que nos regaló una prima y ahí pasó mi hija sus primeros meses. Eran noches de desvelo intensos, intentando una lactancia que jamás pudo ser exitosa al cien por ciento, pero esa es historia para otro momento.

Un día, en lugar de dormir a mi hija en su moisés, la recosté a mi lado en la cama para que tomara una de sus siestas durante el día. Como mamá primeriza y llena de dudas, se me facilitaba más solo voltear a verla, en lugar de levantarme de la cama para asomarme al moisés y asegurarme que estuviera respirando (típico miedo de mamá novata).

Con el paso de las semanas, se volvió costumbre acostarla junto a mí. Así ambas descansábamos y yo disfrutaba el mayor tiempo posible pegada a ella durante mi corta baja por maternidad. No quería separármele nunca.

La llegada de la cuna

Bebe Llorando Cuna

Pasaron los primeros dos meses y las siestas a mi lado eran parte de la rutina hasta que volví a trabajar. Cumplidos los tres meses, compramos por fin la dichosa cuna porque el moisés comenzaba a quedarle pequeño. Pero como suele suceder cuando somos madres: nuestros planes son unos y los de nuestros hijos, otros.

Resultó que a mi hija no le gustaba la cuna. Siempre que la acostaba en el moisés, se quedaba tranquila en él después de dormirse en mis brazos. Fueron contadas las ocasiones en las que se despertaba cuando la ponía en él. En la cuna, era totalmente lo opuesto.

La dormía en mis brazos, la colocaba en la cuna y no habían pasado ni cinco minutos cuando se despertaba llorando. Intentamos muchas cosas: dejar una prenda mía para que se sintiera cerca de mí, calentar un poco la cuna para que no sintiera el cambio de temperatura de mis brazos a lo frío del colchón. Incluso llegué a meterme con ella en la cuna en una noche de desesperación en la que no lograba dormirla. Funcionó. Pero no podía estar haciendo lo mismo todas las noches, ni lo consideraba seguro de hacer.

Como en esa época tanto mi esposo como yo ya estábamos trabajando, los desvelos los sentíamos peor que el primer mes. No descansábamos nada porque no lográbamos dormirla más de media hora. Nos turnábamos para arrullarla y después ponerla en la cuna, pero siempre se despertaba. Y es que yo tenía muy arraigado en mi cabeza lo que tantas personas me habían dicho: si le dejas dormir contigo, nunca saldrá de tu cama.

Busqué ayuda en Internet. No sabía que existía el colecho (no exagero cuando digo que no sabía nada sobre muchísimas cosas cuando me convertí en madre), así que para mi mala suerte di con esos sitios que recomiendan ir dejando al bebé en la cuna por periodos cada vez más largos hasta que aprenda a dormirse solo. Lo intentamos y fue terrible.

Ni dormía ella ni dormíamos nosotros. Y a mi me partía el corazón verla llorar. Imaginaba cómo debía sentirse ella, sola en esa inmensa cuna sin nadie que le diera calor. Fueron noches horribles, pero afortunadamente fueron muy pocas, pues pronto llegó el día en que dije: ¡ya basta!, y decidí que a partir de ese momento nuestra hija dormiría con nosotros. ¿Por qué seguir sufriendo todos solo por los consejos de otras personas? Ahí fue cuando aprendí una de las lecciones más importantes sobre ser madre: lo que te funciona a ti puede no funcionarle a otros y viceversa.

Descubrimos el colecho

Bebe Durmiendo Con Mama

Y a partir de ese momento, todos dormimos felices y por primera vez en meses, descansamos. Eventualmente supe que eso que estábamos haciendo tenía un nombre: colecho. Con ese descubrimiento pude al fin leer muchísimos beneficios acerca del colecho, como que ayuda a evitar la muerte súbita, además de experiencias de otras familias que lo practicaban y al fin me di cuenta que las opiniones de la mayoría de las personas que no lo recomendaban solo estaban basadas en mitos, como ocurre con muchas cosas de la maternidad.

Ahora, casi tres años después de convertirme en madre, soy una feliz mamá que hace colecho. Justamente hace algunos meses compartía en mi página de Facebook una conversación que tuve con mi esposo recientemente acerca de la famosa cuna:

Algunas semanas después de esa conversación mientras estábamos acostados y listos para dormir, le pregunté qué opinaba acerca de ir preparando la otra habitación para que durmiera Lucía. Me miró fingiendo molestia, la abrazó y su respuesta fue un simple: "No me vas a quitar a mi bebé". Me reí. Era justo lo que quería escuchar.

Cada familia es diferente

Desde luego que esto es solo mi experiencia personal y lo que nos funcionó a nosotros, ya que fue lo que encontramos más conveniente como familia. Habrá quienes duerman más cómodos utilizando una cuna y eso es algo que lo decide cada familia. Si te encuentras indeciso puedes leer los artículos que tenemos en Bebés y más sobre el colecho, para que si se animan a practicarlo, lo hagan tomando ciertas medidas precautorias.

Y si acaso se preguntan, ¿qué pasó con la cuna? Bueno, pues terminó como acaban las cunas en la mayoría de los hogares donde se practica el colecho: de almacén para ropa y muñecos de peluche.

¿Tú qué opinas del colecho? ¿Te pasó algo similar a nuestra historia?

Fotos | iStock
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Por qué dormir con el bebé en el sofá es muy peligroso

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Dormir con el bebé en el sofá

No es la primera vez que lo mencionamos, ni será probablemente la última, mientras las cifras sigan siendo tan contundentes: dormir con el bebé en el sofá es muy peligroso, y en consecuencia se considera una práctica que debería evitarse.

Quizás os preguntéis por qué. Pues bien, The Lullaby Trust, una asociación sin ánimo de lucro, cuya misión es informar sobre cómo hacer que el sueño sea seguro, ha informado recientemente de que esta práctica puede hacer que haya 50 veces más riesgo de muerte súbita.

Una de cada seis muertes, por culpa de dormir en el sofá

Según leemos en Independent, según los informes relativos a Reino Unido y Gales, una de cada seis muertes de bebés en los últimos años, por muerte súbita, sucedió mientras el bebé dormía sobre el pecho de la madre o el padre, sentados en el sofá.

Ante estos datos parece lógico alertar de que el riesgo es más que evidente, y que lo ideal es que no se utilicen los sofás ni sillones para descansar con el bebé, a menos que la persona esté acompañada por otro adulto, por si acaso quien cuida del bebé acaba durmiéndose también.

Otros estudios ya alertaron de ello

En Septiembre de 2014, una revisión sistemática de estudios (el más alto nivel de evidencia) analizó los datos de 400 bebés que padecieron una muerte súbita, comparados con 1.386 niños vivos que sirvieron como muestra de control. Vieron que en el momento de la muerte el 36% de los niños dormía con los padres, frente al 15% de los niños en el grupo de control.

Con estos datos, muchos podrían pensar que el colecho es de por sí un riesgo de muerte súbita. Sin embargo, vieron que las diferencias se debían a costumbres como la de dormir con el bebé en un sofá o sillón, o con padres que habían bebido alcohol (entre otras prácticas no recomendadas). En el caso de los sofás o sillones, observaron que el riesgo de SMSL era 18 veces mayor que en el resto de situaciones.

Entonces, ¿el bebé no puede dormir en el pecho de los padres?

Bueno, esa es la interpretación que han hecho algunos medios sobre la alerta de Lullaby Trust, pese a que no dice eso. Lo que no se puede hacer es tener a tu bebé en el pecho en el sofá o el sillón (o una silla reclinable) y quedarte dormido, porque los estudios dicen claramente que esto es peligroso.

Colecho y muerte súbita en el sofá

Por eso UNICEF dijo en su último informe sobre el sueño seguro que lo más sensato es que, en referencia al colecho, nunca se diga a los padres que debe evitarse, porque podría ser aún más peligroso que ofrecer las pautas para minimizar riesgos.

Es decir, no se puede decir que el colecho sea peligroso per se, porque la evidencia no dice esto. Lo que sí se sabe es que, si se hace de manera poco segura, si no se tienen en cuenta unas advertencias, sí puede ser peligroso o muy peligroso para un bebé.

Entonces, si unos padres fueran al pediatra (o a cualquier profesional) explicando que duermen con su bebé en la cama, el profesional debería estudiar la situación y ofrecer el consejo más adecuado en cada caso. En EE.UU., por ejemplo, la Academia Americana de Pedíatría (AAP) considera que ningún padre debería dormir con su bebé hasta los 12 meses de edad, pero muchos padres no hacen caso a esta norma, poniendo en riesgo a sus hijos al no saber cómo colechar de manera segura.

Y es que si a unos padres les dices: "No. Esto que estáis haciendo es muy peligroso. No durmáis con vuestro bebé en la cama", es posible que acaben durmiendo en el sofá con el bebé, como solución a dicha advertencia ("Como dormir con el bebé en la cama es peligroso, lo haré en el sofá"), cuando resulta que es mucho más peligroso el sofá que la cama.

Por eso UNICEF hace hincapié en la importancia de ofrecer a los padres consejos adecuados (y no una simple prohibición), para que sean ellos quienes tomen la decisión. Esos consejos pasan por explicar claramente cuál es la manera más segura de dormir con un bebé, si compartes cama:

  • Mantener al bebé lejos de cojines y almohadas.
  • Asegurarse de que el bebé no pueda caer de la cama o quedar atrapado entre el sofá y la pared.
  • Asegurarse de que la ropa de cama no pueda cubrir la cara o la cabeza del bebé.
  • No dejar al bebé solo en la cama, puesto que puede quedar en alguna posición que sea peligrosa.
  • No es seguro compartir la cama los primeros meses si tu bebé nació muy pequeño o es prematuro.
  • No dormir con el bebé si has bebido alcohol o has tomado drogas que puedan causar somnolencia (legales o ilegales).
  • No duermas con tu bebé si alguien en la misma habitación es fumador/a.
  • No te pongas en una posición en la que puedas acabar dormido con tu bebé encima si estás en un sofá o sillón.

Resumiendo

No pasa nada si pones a tu bebé en tu pecho mientras estás en el sofá o el sillón, y se acaba durmiendo. El peligro viene si tú también acabas durmiendo. En tal caso, es mejor que haya alguien al lado que pueda vigilaros, o que tanto el bebé como tú busquéis otro lugar más seguro para dormir.

Fotos | Jessica Merz, TedsBlog en Flickr
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Los expertos alertan: aún son muchos los bebés que duermen boca abajo

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Dormir boca abajo

Desde hace más de 20 años, los expertos recomiendan que los padres pongan a sus bebés a dormir en decúbito supino, con la cabeza ladeada.

Lo recomiendan así porque se ha visto que se dan menos casos del síndrome de la muerte súbita y que es, por lo tanto, el modo más seguro de dormir.

A pesar de que hace ya tanto tiempo que se recomienda, una encuesta reciente revela datos preocupantes: aún son muchos los bebés que duermen boca abajo.

"Pero si no se sabe qué bebés pueden sufrir una muerte súbita"

A menudo, cuando se dan recomendaciones sobre la muerte súbita, alguien dice que no tienen sentido porque en realidad hay bebés que tienen riesgo de morir y bebés que no lo tienen, y piensan que los que tienen riesgo de morir, lo harán de todos modos, y que los que no tienen riesgo de morir, no lo harán en ningún caso.

La realidad es que a menudo se habla de muerte súbita cuando lo sucedido es una asfixia en realidad, así que las recomendaciones son las mismas tanto para una cosa como para la otra, porque no siempre se sabe qué bebés mueren por una sofocación o por muerte súbita.

Además, dado que hay factores que pueden aumentar el riesgo, debemos extremar las precauciones con todos los bebés, precisamente porque no sabemos qué bebés corren más riesgo de sufrir una muerte súbita.

Los últimos datos en EE.UU.

Nada esperanzadores. Así podrían resumirse los datos obtenidos en un estudio reciente hecho en EE.UU., si tenemos en cuenta que son más de veinte los años que se lleva difundiendo la recomendación de posicionar a los bebés, para dormir,** sobre su espalda**, y no de lado ni boca abajo.

Bebeduermiendo

Y es que gracias a esta recomendación la tasa de muerte súbita se redujo en más de un 50% en la década de los 90. Desde entonces las cifras se han mantenido relativamente estables, pero siguen siendo altas si las comparamos con otros países como Japón (el doble de altas), también industrializado.

Sin embargo, esta reciente investigación publicada en Pediatrics, de la que habla Medline, arroja unos datos poco halagüeños: tras consultar a más de 3.300 madres con bebés de 2 a 6 meses de edad (edad de máxima incidencia y riesgo de SMSL), un 77% dijo que usualmente colocaban a sus bebés a dormir de espaldas, mientras que solo un 49% dijo que lo hacía siempre.

El "siempre" es importante

Según los investigadores, esa era una pregunta clave, la del siempre, porque se ha visto que dormir boca abajo es incluso más peligroso en los bebés que no están acostumbrados a hacerlo.

Al parecer, las madres explicaron que tenían ciertas reticencias a ponerlos de espaldas por el riesgo de que regurgitaran y se ahogaran. Sin embargo, los expertos aseguran que debido a la anatomía de las vías respiratorias de los bebés, y a que duermen con la cabeza ladeada, no existe un peligro mayor que dormir en otra posición.

Otras confesaron que habían recibido la recomendación de ponerlos boca abajo porque así dormían más profundamente, algo que muchas madres y padres confirman al explicar que se despiertan menos así. El problema es que dormir boca abajo es bastante más peligroso.

Además, se dieron cuenta de que el entorno de los padres es muy importante. Y es que cuando las parejas tienen a personas cercanas dando por buena la posición de decúbito prono (boca abajo), las probabilidades de que su bebé duerma así son 12 veces mayores.

Los esfuerzos deben ser generalizados

Por eso, concluyen que a la hora de ofrecer información sobre el riesgo de SMSL, no pueden centrarse solo en los padres de los bebés, sino que deben tratar de abarcar al resto de la población.

La Dra. Eve Colson, autora principal del estudio lo explica así:

Debemos incluir a toda la gente posible en nuestros esfuerzos educativos. Con frecuencia, la gente importante que rodea a las personas influye en la práctica de sueño que eligen para sus bebés (...) Incluso algunos profesionales de la atención de la salud no están convencidos de las recomendaciones sobre el sueño seguro (y los posicionan boca abajo en los hospitales). Sin duda debemos hacer un mejor trabajo. Los bebés están seguros cuando duermen de espaldas.

Quedaos con esa frase, que lo resume todo: Los bebés están seguros cuando duermen de espaldas.

Foto | iStock
En Bebés y más | ¿Qué es el síndrome de muerte súbita del lactante?, Gran avance en la investigación sobre la muerte súbita: el déficit de una proteína que podría estar implicada en las causas, A la hora de evitar la Muerte Súbita del lactante ¿mejor que el bebé duerma de lado o boca arriba?

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